Desafíos del Fraude Alimentario para el desarrollo de la industria alimentaria

Autores: Nuri Gras R. y Ricardo A. Jacob

El fraude alimentario no es algo nuevo; existe desde hace siglos, pero la globalización y la complejidad de las cadenas de suministro actuales lo han exacerbado. Este tipo de actividad incluye prácticas como la adulteración, etiquetado incorrecto, sustitución y falsificación de alimentos, todas con el objetivo de obtener beneficios económicos a expensas de la calidad, la autenticidad y, en ocasiones, afectando significativamente la salud de los consumidores.

En Chile y el mundo, el aceite de oliva, la miel, el vino y las carnes son algunos de los productos más vulnerables. Por ejemplo, casos históricos como la intoxicación masiva en España por aceite adulterado o la inclusión de melamina en leche infantil en China, muestran las consecuencias potencialmente mortales de este problema.}

Ilustración: Número de registros para cada tipo de fraude 1980 a 2022

Fuente:  Everstine K et al, 2024.

Los sistemas de gestión en inocuidad y calidad alimentaria aparecen como respuesta a la necesidad de garantizar a las personas niveles seguros en el consumo de los alimentos y previamente su transformación a lo largo de toda la cadena alimentaria.

Dada la problemática, los resultados de diversos estudios y actividades de sensibilización a nivel mundial han presentado brechas en las cuales enfocar el esfuerzo de cada sistema, como por ejemplo:

  1. Fragmentación regulatoria: A nivel mundial, las leyes y normas son dispersas. Aunque organizaciones como la FDA y la Unión Europea trabajan en estándares específicos, en países como Chile no existe una tipificación clara del fraude alimentario en su legislación general o del sector agroalimentario.
  2. Falta de sensibilización: En Chile, muchos sectores de la industria alimentaria no priorizan este tema. Además, los consumidores desconocen las implicaciones del fraude, lo que dificulta exigir cambios.
  3. Tecnología insuficiente: Aunque hay herramientas analíticas avanzadas como la Espectrometría de Masas Isotópica (IRMS) para detectar adulteraciones, no están al alcance de todos los laboratorios, especialmente en países en vías de desarrollo.
  4. Colaboración limitada: La prevención efectiva requiere esfuerzos coordinados entre gobiernos, industrias, universidades, centros de investigación y consumidores. Sin embargo, estas alianzas aún son débiles en muchos lugares.
  5. Valor agregado no aprovechado: Productos exportados con alto riesgo de fraude podrían beneficiarse de certificaciones de autenticidad para mejorar su competitividad, pero carecen de estrategias nacionales de apoyo.

En respuesta a estas problemáticas, se recomiendan una serie de acciones con foco en la prevención del Fraude Alimentario:

  • Normas robustas: Desarrollar leyes específicas y detalladas sobre el fraude alimentario, tanto a nivel penal como sanitario.
  • Fortalecimiento tecnológico: Invertir en capacidades analíticas y bases de datos para asegurar la autenticidad de los alimentos.
  • Sensibilización e incentivos desde el sector productivo: Promover la conciencia en la industria y entre los consumidores, resaltando los riesgos y los beneficios económicos de combatir el fraude.
  • Certificaciones internacionales: Adoptar y fomentar esquemas reconocidos como ISO 22000, BRC o FSSC 22000.

En definitiva, el fraude alimentario es un desafío global que necesita una visión integral para garantizar alimentos seguros y auténticos, obligando a los países a seguir trabajando de forma colaborativa, con diferentes actores, para prevenir y reducir este tipo de situaciones.

Bibliografía de interés:

  • Escobar, N., Beas, S., Gras, N., & Ronco, A. M. (2023). Fraude alimentario: Pasado, presente y futuro. Revista Chilena de Nutricion: Organo Oficial de La Sociedad Chilena de Nutricion, Bromatologia y Toxicologia50(1), 106–116. https://doi.org/10.4067/s0717-75182023000100106
  • Everstine, K. D., Chin, H. B., Lopes, F. A., & Moore, J. C. (2024). Database of food fraud records: Summary of data from 1980 to 2022. Journal of Food Protection, 87(3), 100227. https://doi.org/10.1016/j.jfp.2024.100227

NG Food Integrity ® es una marca de MYG Asesorias Limitada | Diseño Web creado por Lado Norte ®